El poleo (Mentha pulegium) es una planta perenne, erecta o tendida, de hasta 50 cm de alto, muy aromática. Sus hojas son opuestas, elípticas, cubiertas de fina pilosidad, y emanan una intensa fragancia mentolada cuando se chafan. Las flores son de color rosa pálido y se agrupan en verticilos globosos y compactos en las axilas de las hojas.
Para usos medicinales se recolecta la planta entera, que podemos encontrar seca para infusión. Contiene un aceite esencial con mentol, pulegona, isopulegona, piperitenona y limoneno, así como principios amargos y taninos.
- Las infusiones de esta planta constituyen uno de los tónicos digestivos más conocidos y apreciados.
- Ha sido desde antiguo un recurso muy a mano para abrir el apetito, favorecer la digestión y combatir el dolor abdominal provocado por espasmos gastrointestinales y otros desajustes digestivos, como vómitos y diarreas.
- Es un buen remedio contra los gases y las flatulencias, así como para eliminar el mal aliento.
- El poleo se muestra muy eficaz también para favorecer la secreción de bilis y facilitar la eliminación de cálculos en la vesícula.
- Además se usa como remedio para acabar con estreñimientos puntuales.